Navigation
 
You are here: Home PentecoStudies Online Back Issues (2002–2009) 2009 (Vol. 8) No. 1 (Spring) Miguel Ángel Mansilla, De la caja del diablo a la caja de Dios
Document Actions

Miguel Ángel Mansilla, De la caja del diablo a la caja de Dios

Neopentecostalism can be understood as a form of religious enchantment, informed by eschatology and embodied in song, dance and positive confession. The messages and songs emphasise intimate and touching individualism, the search for the material and the present. Divine blessing is a material blessing: health and wealth. It is an electronic from of religion that is mediated via television, radio and cyberspace.

 

downloadpdf

PentecoStudies, vol. 8, no. 1, 2009, p. 1–36
Miguel Ángel Mansilla, De la caja del diablo a la caja de Dios
ISSN 1871-77769

De la caja del diablo a la caja de Dios

El neopentecostalismo chileno como iglesia electrónicai

 

 

Miguel Ángel Mansillaii
Universidad de Tarapacá y Universidad Católica del Norte, Chile

 

 

Introducción

En el transcurso de la historia del protestantismo a distintos recursos cúlticos se le ha denominado como caja del diablo: el pianoiii, la radio, la guitarra, la televisión y hoy el computador. Orellana señala que en el pentecostalismo chileno el uso masivo de instrumentos musicales se impuso en las cercanías de los años 1930, hecho que vino a poner una fuerte nota de colorido y atracción popular por el culto pentecostaliv. La inserción de la guitarra, en las predicaciones callejeras, a muchos les agradó y a otros les molestó profundamente, pues pensaban que se estaban trayendo los instrumentos del mundo a la Iglesia. Para comprender esta situación hay que tener en cuenta que en esos años la guitarra era muy popular entre la gente del pueblo. No había fiesta, reunión familiar o restaurante donde no se cantara y tocara la guitarra (Orellana 2006).

A fines de los años 1960 el Pastor Yiye Ávila, uno de los evangelistas pentecostales más relevantes de América Latina que recorrió el continente latino en varias oportunidades por más de cuarenta años predicando en estadios llenos declaraba: el televisor es la caja del diablo e instaba a los cristianos a deshacerse de su televisor. Hay cientos de testimonios que señalan cómo los pentecostales rompían a martillazos los televisores de sus hogares, que llamaban anatema. Incluso existen testimonios en distintos relatos en la Revista Fuego de Pentecostésv, que veían en el televisor el cajón del diablo o el anatema como el objeto de todos los males. Incluso muchos después de su iconoclasia veían como sanaban de sus enfermedades, encontraban trabajo o mejoraban las relaciones conyugales.

Sin embargo hasta el mismo Pastor Yiye Ávila exorcizó la televisión para transformarla en un medio de evangelizaciónvi. En Chile, a comienzo de los años 1990 volvió la democracia y con ello, el optimismo y la esperanza, las condiciones reales de la movilidad social y el acceso masivo al consumo de bienes electrónicos. Las guitarras clásicas fueron reemplazadas por las guitarras eléctricas; los televisores invadieron cada dormitorio; las radios FM se hicieron muy accesibles, no sólo como bien de consumo sino también como emisora para iglesias; la masificación de los celulares y diversificación de sus funciones; y por último el computador y la masificación del internet. Es decir la globalización en su máxima expresión.

De esta manera el objetivo de este trabajo es describir las características de la iglesia electrónica en Chile, relacionando este fenómeno mediático con el neopentecostalismo chileno, como un fenómeno religioso muy distinto del neopentecostalismo brasilero, colombiano o guatemalteco; vinculado a las megaiglesias y teología de la prosperidad.

El neopentecostalismo

Algunos autores han destacado como característica del neopentecostalismo el cuentapropismo (Ameigeiras 2000; Míguez 2001); hibridez y fronteras intersticiales (Barrera 2002); énfasis en los compensadores específicos (Frigerio 1998); teología de la prosperidad y supermercados religiosos (Pollak- Eles 1998; Schirova 2002; Villamán 2002); la guerra espiritual (Wynarczyk 1995; Freire 2003); medialización del realismo mágico (Schirová 2002); liturgia expresiva, informal y personalizada; organización flexible, desburocratizada y horizontal; iglesias celulares y feligresía joven y profesional (Fediakova 2004; Mansilla 2007); teatralización, marketing y espectáculo de fe (Silveira 2000; Mansilla 2007); mito de la prosperidad; narcisismo religioso y verbalismo positivo (Freire 2003; Mansilla 2008). En general cada autor que investiga sobre el neopentecostalismo destaca algún elemento más que otro, lo que indica que el neopentecostalismo es un fenómeno relativamente nuevo en América Latina y en cada país se enfatiza un aspecto distinto.

El pentecostalismo es un movimiento verdaderamente global (Berger 2004; Casanova 2004; De la Torre 2008). Sin embargo existe una diferencia entre el pentecostalismo y el neopentecostalismo siendo ambas globalizantes y a veces difíciles de distinguir: el pentecostalismo es glocalizantevii y el neopentecostalismo es globalizante.

El neopentecostalismo es global en tanto se trata de un sistema de sentido flexible, adaptativo, participativo, viajero, diversificado, espoleados por sofisticadas estrategias de marketing y gran difusión e impacto mediático, esto es pragmático con el uso de las nuevas tecnología de información y la comunicación: doctrinalmente sencillo, políticamente descentralizado; la misma estrategia de la diferenciación celular que usa para expandirse nos habla de su carácter reticular más que jerárquico. Se trata, pues, de una religión que corre paralela y cómplice de los procesos de globalización cultural y que es, al mismo tiempo, su producto y uno de sus más claros exponentes (Cantón 2004).

El neopentecostalismo tiene una actitud más optimista respecto de la posibilidad de influir con los valores evangélicos desde las instancias del poder estatal hacia la sociedad civilviii. Así, su orientación se inclina fuertemente a interactuar corporativamente con el Estado antes que con la sociedad civil o los movimientos sociales. Acepta la participación individual de sus fieles en los diferentes partidos políticos, pero también está abierta la posibilidad para una interacción entre el Estado y los evangélicos, en tanto actor corporativo. Se aspira que las iglesias evangélicas tengan un peso institucional y un prestigio similar al del catolicismo, buscándolo no sólo en la política, sino también en los aparatos de la cultura (Córdova 2003). El neopentecostalismo es una respuesta a la crisis de la sociedad salarial y del Estado de Bienestar. Aparece como una opción sociopolítica en tres aspectos: el dinero adquiere una dimensión moral y simbólica porque permite la movilidad tanto de los fieles como de la iglesia; el diezmo y la ofrenda son vistos como una inversión en el banco del cielo; y la guerra espiritual que pone en claro la concepción conflictiva de la sociedad (Míguez 2001; Wynarczyk 1995).

El pentecostalismo chileno ya en la mitad de la década de 1980 comenzaba una etapa de secularización interna (Ossa 1996; Mansilla 2008). El pentecostalismo clásico resultaba ser el grupo religioso menos propenso a la secularización; en él la magia, el misterio y los milagros refugiaban a los individuos en este mundo a la espera del cielo. Los creyentes pentecostales concebían la vida religiosa como un éxodo simbólico hacia el cielo, porque esperaban la venida del Mesías en cualquier momento (según los indicios de la naturaleza y de la sociedad), mientras se desencadenaría el Apocalipsis aquí en la tierra. La vida ascética, el ethos del trabajo, el comunitarismo y los valores existencialistas (libertad, conciencia, angustia y responsabilidad) frente a la vida, generaron en ellos recursos simbólicos que les permitieron enfrentar las condiciones sociales más adversas: intolerancia, discriminación, pobreza, desempleo y la ausencia del Estado. Posteriormente apareció un nuevo tipo de pentecostalismo, el neopentecostalismo, que hace uso de estos recursos simbólicos heredados del pentecostalismo clásico, pero mientras siguen a la espera del Mesías, aprovechan de vivir y disfrutar en la tierra los recursos provistos por Dios y los adquiridos por el individuo. La vida del trabajo, estudio, familia y la vida de la iglesia no se conciben como actividades esencialmente distintas, en cualquier lado hay que disfrutar y movilizarse socialmente. Dios no es sólo un reparador de portillos, sino alguien que provee de talentos para alcanzar y disfrutar de bienes materiales. ¿Qué factores generan estos cambios de conciencia religiosa en el pentecostalismo chileno? ¿Qué factores produjeron que el pentecostalismo chileno tuviera un cambio institucional, es decir pasar del pentecostalismo clásico al neopentecostalismo?.Son cuatro factores: la globalización; el postmodernismo; el neoliberalismo y la vuelta a la democracia.

Hoy frente a una sociedad globalizadaix y caracterizada por un capitalismo neoliberal, las economías religiosas también se desregulan y se desmonopolizan. El estado natural de una economía religiosa globalizada son el pluralismo y la diversidad. Por lo cual los individuos son obligados a elegir desde una lógica mercantil incluso sus preferencias religiosas. Frente a la pluralidad y la diversidad de ofertas religiosa, los diferentes grupos religiosos, están constantemente redefiniendo sus ofertas religiosas, apelando no sólo a las necesidades de los demandantes, sino también sus gustos y preferencias sagradas- profanas, que los nuevos grupos religiosos, como los neopentecostales son lo que más posibilidades tienen para redefinir constantemente sus ofertas religiosas, así como los medios para ofertarlos.

El neopentecostalismo es una religión que resalta el individualismo economicista. Estos mismos valores individualistas son reforzados por el neoliberalismo, sustentados por tres presupuestos básicos que sostienen a su edificio ideológico. En primer lugar los individuos son la unidad morfológica principal de la sociedad. En segundo lugar, en base a sus intereses particulares y con el auxilio de la razón, los individuos sostienen relaciones de intercambio, fundamentalmente de carácter mercantil, de los cuales brota un ordenamiento espontáneo y natural reconocido como sociedad de mercado. Por último, sólo el libre funcionamiento del orden del mercado, en tanto ausencias de coacciones políticas, partidistas o estatales y sociales, como los sindicatos, se garantiza el progreso humano, el incremento de la felicidad general y el establecimiento de una sociedad justa, fundamentada en la libertad e igualdad (Sarmiento 1998: 63).

En la década de 1990, los medios de comunicaciones se generalizan y se hace accesible a la gran mayoría de la población. Estos medios indudablemente son los factores determinantes de la transmisión y reproducción de los esquemas y condición de la cultura postmoderna. En este sentido postmodernidad y globalización no se oponen al uno del otro, sino que se complementan, ya que las tecnologías audiovisuales tienen un papel hegemónico en la comunicación y gracias a ella todo es omnipresente y simultáneo (Mansilla 2006; De La Torre 2001). En la cultura postmoderna se acentúa el individualismo hasta el nivel del egoísmo. Al individualismo lo acompaña la ausencia de trascendencia, ya no sólo en un sentido religioso, producto de la desacralización de la modernidad, sino que también desaparece la trascendencia laica de una vida consagrada a un ideal largoplacista, cualquiera que éste sea (Obiols y Di Segni 1993:23). En consecuencia este individuo busca el consumo, el confort, el dinero, el cambio al menor costo posible. Una religión fomentada por la lógica postmoderna se nutre de la crítica a la razón y de la exacerbación de los niveles subjetivos y emocionales de la experiencia humana; énfasis en lo sobrenatural en donde el mundo material está gobernado por el mundo espiritual; el disfrute y el goce como caminos de liberación de la presión de la sociedad neurotizante de nuestra época; se enfatiza como énfasis la evangelización y la reconstrucción moral (Amat y Pérez 2004: 118- 121). La fronteras religiosas cada vez se hacen más frágiles y los compromisos más efímeros. Los individuos se aproximan y se distancian de una iglesia con gran facilidad. La circulación religiosa alcanzó legitimidad. Las fronteras religiosas son construidas y acomodadas por los mismos individuos (Barrera 2002: 639; Mansilla 2008). La postmodernidad religiosa implica una desinstitucionalización de los valores religiosos; experiencias contemplativas e intimistas de lo sagrado y una reinvención de las tradiciones religiosas y lo religioso se torna flotante, relativa y a la carta. Se enfatizan las emociones como el llanto y la alegría; es una religión del cuerpox y la ausencia de heroísmos, sacrificios y perdurabilidad.

La vuelta de la democracia en Chile en 1990 después de 17 años de dictadura, coincide con el derrumbe del muro de Berlín y la democratización generalizada de la sociedad latinoamericana. Así, hay notables cambios valóricos como: crisis de las relaciones dictatoriales; deslegitimación del eterno desplazamiento de las satisfacciones materiales; expectativa de movilidad social por parte de los sectores populares; esperanza mesiánica y milenaria traídas por la democracia; nuevas posibilidades con apertura crediticia y aumento de las posibilidades de seguir estudios universitarios. Todos estos elementos generaron en los sectores populares el deseo de cumplir el sueño en la tierra. Por lo tanto el discurso pentecostal entraba en crisis por la competencia discursiva, mientras que el neopentecostalismo se hace afín con la democracia porque se cambian las representaciones y las imágenes de un Dios castigador; un Padre amenazador y vigilante; un Dios que se alegra con el sacrificio y las abstenciones alimenticias e indumentarias por un Dios que es concebido como un Padre que ríe, que se alegra y desea que sus hijos sean felices. Dios es presentado como alguien que ama, bendice, abraza, consuela y que desea el éxito de sus hijos. Un Dios que desea que sus hijos sean líderes influyentes en la política, la economía, la ciencia y la cultura.

El pentecostalismo fue y es una religión del exodismo y del peregrinaje. En cambio el neopentecostalismo es una religión del sedentarismo, acumulación y de la inversión. El neopentecostalismo no concibe la ofrenda como sacrificio comunitario sino como inversión individual y donde los beneficios se reciben en el aquí y ahora. Los pastores son empresarios religiosos que tienen un directorio que ellos han seleccionados según su visión y misión. El individuo emocional es el centro del culto: los mensajes y las canciones resaltan este intimismo. Los individuos no se preocupan de salvar a otros, sino de salvarse a sí mismos. La bendición divina es la bendición material: el acceso a una casa o varias casas; el ingreso a la universidad de los hijos; la consecución de uno o más autos para la familia; gozar de buena salud, especialmente la salud interna. Por ello el neopentecostalismo es una religión atractiva porque ayuda, enseña e incentiva a los individuos a conseguir bienes y servicios en esta tierra. Bienes que no tuvieron cuando niños, que no pudieron conseguir por medio del Estado ni el trabajo. El neopentecostalismo es un encanto de una vida desencantada. Es una religión del individuo hastiado de vivir de sacrificios, promesas de un futuro que nunca llegó y satisfacciones diferidas.

Entre las grandes características del neopentecostalismo está la judeofiliaxi. Hay un doble retroceso en el pasado bíblico: una lectura del Antiguo Testamento como algo que es para todos los hijos de Dios, judíos y cristianos; por otro lado también hay una recuperación de la iglesia apostólica. Del Antiguo Testamento se recupera el rol del profeta y del Nuevo Testamento el rol del apóstol. Ambos se superponen al pastor. El apóstolxii es como el gerente que tiene varios pastores a quienes dirigir y el profeta es el vocero que legitima con el sello divino la visión y la misión del apóstol para que lo ejecuten los pastores.

Así la globalización, la postmodernidad, el neoliberalismo y la democracia resaltan el individuo, quien es obligado y empujado a elegir por sí mismo y ante tantas opciones tiene que elegir bajo una lógica mercantil la mejor oferta; esto es elegir un producto en el menor costo posible y con mayor beneficio. Pero ante un mundo en donde predomina la diversidad y la pluralidad, los grupos religiosos también tienen que pensar ofertas religiosas, no sólo plausibles sino también atractivas tanto en los productos como los medios. Entra en crisis el discurso milenario y mesiánico del pentecostalismo y los medios de transmisión de este discurso. Por 70 años de existencia del pentecostalismo el medio homogéneo para predicar el evangelio fue la predicación callejera con la idea que las paredes tienen oídos; sin embargo, con los fenómenos antes mencionados, estos oídos que estaban detrás de las paredes comenzaron a desaparecer, por lo tanto la forma de llegar a los hogares debía ser otra. Por otro lado la feligresía pentecostal también comenzó a desplazar y desminuir sus asistencia a los templos, había que llevar el mensaje a los hogares y los únicos medios disponibles eran la radio y la televisión. Aunque eran medios muy caros para los pentecostales, la misión eterna valía el costo. Esto empujó al pentecostalismo a pasar a una nueva etapa: el neopentecostalismo.

El neopentecostalismo es un fenómeno religioso que flexibiliza, massmediatiza y desterritorializa la fe religiosa; legitima la distribución desigual del carisma centrado en el desarrollo de una jerarquía virtuosa, encarnado en la nueva elite religiosa, tanto de (radio, ciber y tele) predicadores, como de cantantes-artistas, apostolados y profetas. Se desarrollan nuevas lógicas hiero-organizacionales (iglesias celulares) y expresiones cúlticas, transformadas en reuniones de espectáculos (extáticas, eufóricas y efervescentes), coincidentes con una sociedad globalizada. Construye reciclajes bíblicos para legitimar el liderazgo femenino; transforma la identidad pentecostal en un individualismo reencantado; enfatiza la teodicea de la felicidad y las satisfacciones viáticas; y concilia la religión con la política (Mansilla 2007). El neopentecostalismo ha desviado su atención de los símbolos religiosos del pentecostalismo clásico, adecuando su discurso a la sociedad presente; poniendo en primer lugar su atención en la tierra y en el presente. Así los creyentes, predicadores y cantantes- artistas neopentecostales resaltan la alegría religiosa; el egocentrismo; el mito de la prosperidad; el creer sin asistir mayormente a los templos. Además evitan los sacrificios religiosos de antaño e interpretan una liminalidad de las fronteras entre lo sagrado y lo profano como una nueva forma de entender la vida religiosa. (Mansilla 2008). Dios no está sujeto a un templo material, sino que el espacio de habitación de Dios es el corazón del individuo, donde está el individuo está Dios y donde hay dos o tres individuo ahí hay una iglesia, esta iglesia puede ser real o virtual, lo importantes es que es una iglesia, aunque sea celular y necesita estar unida a otras en red.

El neopentecostalismo como iglesia electrónica

Según Martín Barbero (1995), la iglesia electrónica es un fenómeno religioso que se inició en Estados Unidos extendiéndose por América Latina principalmente a través de las iglesias pentecostales, quienes hicieron uso más intensivo de los medios masivos constituyéndose en una “revolución cultural” por lo que implica el paso de millones de personas a los grupos protestantes, y sobre todo al mundo de las iglesias más fundamentalistas como las pentecostales. La iglesia electrónica está devolviendo la magia a las religiones que se habían intelectualizado, enfriado y desencantado, echando mano de las tecnologías de la imagen y de tecnologías del sentimiento para captar la exaltación mesiánica, apocalíptica y a la vez para dar rostro a las nuevas tribus y comunidades. Assmann (Citado por Gilbert 1997) señala que la iglesia electrónica usa seis técnicas: la venta de espacio sagrado; la venta de tiempo de oración; la invitación para pertenecer al club; la venta de objetos religiosos; llamados personales de carácter íntimos y amenaza de suspensión del programa.

Generalmente a las iglesias electrónicas se les ha llamado “religión de supermercado” (Henríquez 2002; Pollak- Eles 1998) o “religión de mercado” (Assman 2000). Para Buruty, los rasgos del mercado en la religión, han significado negarle autenticidad o indicar la fuerza avasalladora/insidiosa de la secularización, la frontera entre religión y mercado resiste a ser simplemente borrada, pero nunca se muestra suficientemente fuerte para expresar cualquiera de los polos fuera de una relación (Buruty 2003). Pero la concepción mercantilista de la religión no implica algo negativo ni peyorativo, sino otra forma de describir las nuevas condiciones de la religión. Como dice Maduro (1979), esto implica entender la religión como un fenómeno socialmente producido, situado, limitado, orientado y estructurado, y con un influjo sobre la sociedad en la que se hallan.

Por otro lado, Frigerio (2002) señala que la mercantilización de la religión es desmitificada por las teorías de la economía religiosa. Para estas teorías, las economías religiosas son como las economías comerciales que consisten en un mercado constituido por un conjunto de clientes actuales y potenciales y una variedad de empresas religiosas que intentan satisfacer a este mercado. Así la iglesia electrónica es el medio sustancial del neopentecostalismo, puede insertarse dentro del análisis de la economía religioso. En términos generales, según Frigerio la teoría de las economías religiosas concibe la religión bajo cinco aspectos: 1. Los bienes religiosos son riesgosos y producidos colectivamente; 2. Los individuos evalúan los bienes religiosos, de la misma manera que evalúan otros bienes; 3. Los productos religiosos deben ser vigorosamente ofrecidos en el mercado; 4. Los grupos religiosos aumentan sus exigencias sobre el compromiso requerido de los miembros; 5. El proceso de transformación de "secta" en "iglesia" es el principal motor de la economía religiosa (Frigerio 2002). Lo interesante de esta teoría es que rompe con los mitos concebidos por el marxismo, el psicoanálisis y las teorías de la secularización, quienes conciben la religión como escape, irracionalidad, proyección del miedo, alienación o inversión de la realidad. Lo que prima es la idea de elección, racionalidad, oferta, demanda, bienes, productos o empresas, conceptos provenientes de la teoría económica y la economía política aplicada a comportamientos religiosos. Estas explicaciones economicistas y mercantiles sobre la religión no tienen por qué ser vistas como irreverencia religiosa, sino más bien como modelos teóricos que intentan explicar la religión, más allá de la irracionalidad, los valores tradicionales, lo sugestivo y la manipulación. Sobre todo hoy, cuando la religión ya no es patrimonio de la sociedad, sino opciones de grupos mayoritarios o minoritarios de la sociedad.

Tenemos que recordar que en el mercado también actúan elementos irracionales. Podemos decir que hoy existe una “religionización del mercado”, es decir el mercado tiene sus dogmas, símbolos, altares, festividades (Durkheim 1992: 201), pero también tiene sus profetas, santos y sus textos sagrados. El mercado en sí, tiene una similitud con la religión, aludiendo a lo que dice Geertz (2005:89) “un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones con una aureola de afectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único”. Hoy más que nunca el mercado se ha sacralizado en sus manifestaciones como la bolsa, doctrinas económicas, los economistas, las escuelas de negocios, los MBM (Master Business Administration), etc. Sus signos materializados como los malls, supermercados, megatiendas, medios de comunicación (radio, tv, celulares e internet), etc. se han transformado en objetos de culto; quien no accede a ellos está perdido, fuera de la eclesía y excluido de los signos y símbolos redentores. Quien no tiene estos signos modernizantes (tarjetas de créditos) o no asiste a los lugares sagrados, se convierte en hereje y los más sensibles a ese estigma son los jóvenes. Por último, el mercado también tiene sus predicadores elegidos por su carisma mediático para promover el consumo y modelar la conducta de los consumidores.

De esta manera el neopentecostalismo ha sacado provecho de la libertad de los medios de comunicación, aquella libertad que no existe desde el Estado en donde la competencia es desigual y proteccionista. El neopentecostalismo ha transformado los medios de comunicación en templo, trasladando la magia, el encanto, el show, lo fantástico, lo humorístico y lo lúdico a los templos electrónicos. Frente a una sociedad distinta, el mensaje y las promesas son distintos. La premisa es si la persona no quiere dejar su casa para ir a la iglesia, entonces hay que llevar la iglesia a su casa. La idea es que la iglesia esté donde está la gente.

La iglesia electrónica es la reactualización del antiguo paganismo, no como politeísmo idolátrico, sino como politeísmo de imágenes y representaciones acerca de Dios (Frigerio 2002). La religión llega a ser, por primera vez, humana, en el sentido que en ella el hombre, como individuo y como grupo, construye sus realidades absolutas a la carta, según sus gustos y deseos: el realce del cuerpo, la salud, el bienestar, etc. En otras palabras, lo que les da el carácter de modernas es que construyen una religión del hombre, de claro signo narcisista. En ellas el hombre, en su condición de mortal quiere a toda costa escapar de la muerte, la enfermedad, la pobreza y el sufrimiento. Quiere adelantar las promesas del cielo en la tierra. El neopentecostalismo ha dejado de ser una religión sólo de la esperanza y el consuelo, se ha transformado en una religión del bienestar en una sociedad donde reina el malestar; proveer de recursos para la movilidad social frente a la histórica concentración del capital. Es una ruptura de lo religioso como el sacrificio y la inmolación y pensar en la comodidad y el bienestar, esto implica una abierta búsqueda de los bienes materiales. Por ello se está produciendo una neopentecostalización del pentecostalismo clásico.

De esta manera, más que un retorno de lo religioso se trata de un paso definitivo de la religión de la trascendencia a una religiosidad de la inmanencia, es una era de la tecnoestructura, tecnoemoción, tecnodicea y cibereligión. El eje más allá/más acá, trascendencia/inmanencia, mundo/cristianismo, alma/cuerpo, iglesia/mall hoy adquiere un nuevo significado, en realidad todo lo relacionado con el más acá adquiere significado: dinero, salud, felicidad, libertad, plenitud son anhelados y ofrecidos por Dios a sus feligreses. No hay que esperar llegar al cielo para lo paradisíaco, se puede comenzar a vivir en el acá y el ahora. Frente a esta búsqueda de bienes materiales las personas adquieren altos niveles de frustración, angustia e incertidumbre, pero predomina también la función terapéutica constante que se evidencia tanto en los sermones como en la música.

El neopentecostalismo chilenoxiii es un pentecostalismo fundamentalmente urbano y tecnofílico y están ausentes los megatemplos y la teología de la prosperidad. Más bien es una nueva sensibilidad pentecostal que es transversal al pentecostalismo. Es decir, no sólo hay denominaciones neopentecostales como la Comunidad Cristiana, sino que existen líderes neopentecostales sin que la denominación lo sea. Es enfático en la utilización de la música industrializada y comercial y redunda un individuo hedonista, eudemonista y utilitarista. Busca reconocimiento público y poder simbólico con la patrimonialización de los bienes y recursos del pentecostalismo clásico como la música, los templos y pastores locales. Todo esto bajo una lógica mediática que sirve para transformar las solicitudes de los líderes como solicitudes institucionales, haciendo una fuerte socialización a través de los medios electrónicos como algo que favorece la identidad evangélica nacional.

Así el nopentecostalismo chilenoxiv como iglesia electrónica está conformado por: la radio; la televisión; el internet; los templos micro-tecnológicos y la industria musical.

La radio como púlpito

Hasta hace pocos años existía una visión bastante pesimista respecto de la radioxv: el desarrollo de la televisión privada, la irrupción de la televisión por cable, las expectativas frente a nuevas tecnologías multimediales, entre otras razones dejaron la radio en una situación bastante incierta. Sin embargo, a partir de 1990, se habla del descubrimiento de la radio: estudios de opinión destacan su alta credibilidad, incluso superior a determinadas instituciones políticas. El éxito de determinados programas radiales son objeto de reportajes en los diarios (espacios que mayoritariamente han sido ocupados por la producción televisiva); figuras de televisión ocupan ahora también micrófonos de las emisoras; las agencias de publicidad elaboran spot especialmente diseñados para la radio, valorando sus características como medio de comunicación. En fin la radio vive hoy una situación diferente, con mayores expectativas. Uno de los estudios que ha hecho Archi (Asociación de Radios Chilenas), posterior al año 2000, dice que en Chile el 97 % de la población, escucha radio y el 84,1 % lo hace todos los días. La cantidad de frecuencias adjudicadas y en funcionamiento hasta el año 2001 alcanzaban a 1.387. Las de Frecuencia Modulada, que constituyen la mayoría, son 1.060 FM y 170 AM.

Según Gogin (1997: 56), “en Julio de 1949 se realiza en Buenos Aires la Primera Conferencia Evangélica Latinoamericana. En el informe final de este evento se hace referencia especial al uso de la radio para la evangelización, en donde se señala que la radiofonía y los medios de comunicaciones constituyen instrumentos nuevos en la obra de la difusión del Evangelio, por lo cual se recomiendan dos aspectos: la organización de campañas locales regionales y continentales de evangelización por medio de la radiofonía; y el establecimiento de cursos sobre radiofonía evangélica en seminarios e institutos bíblicos”. Así apareció en América Latina un vigoroso protestantismo de conversión, que se trataba de reproducir los primeros ensayos de evangelización masiva del joven predicador norteamericano Billy Graham, quien desde el final de la segunda Guerra Mundial, había retomado los métodos de evangelización de Dwight Moody, a los que añadió conciertos, películas y programas de radios. Ahora comienza un nuevo tipo de predicación conocida como la evangelización masiva que emplea medios masivos de comunicación y técnicas de psicología clínica que dejaron atrás los métodos lentos del protestantismo de civilización. Esto trajo consigo la reagrupación de diversos esfuerzos dispersos. La Cadena Cultural Panamericana, fundada en 1951, integró ya la famosa “Radio Voz de los Andes” (establecida en Quito, Ecuador, en 1931), la “Radio Faro del Caribe”, de San José, Costa Rica (fundada en 1948), la MOXO de Panamá y la TONA en Bolivia (de la misión bautista canadiense). En 1959, la “cadena”, rebautizada como Difusiones Interamericana (IDA), reunió 75 cadenas radiofónicas evangélicas, en contacto con un millar de emisoras que transmitían programas de evangelización (Bastian 1994: 210; Silveira 2000).

En Chile las iglesias evangélicas en la década de 1980 todavía mantenían una posición ambigua frente a la radio: para algunos era un instrumento de Satanásxvi, un anatema que no se podía incluir aún en el hogar ni mucho menos como medio de evangelización y otros veían en la radio un medio privilegiado de evangelización. En 1975 sólo tenían un espacio de 45 minutos para transmitir. Hoy son dueños de una emisora en cada cuidad importante del país, sumando más de sesenta radios. La cadena de radio más importante durante la década de los 90 fue Radio Armonía, que en sus momentos de auge llegó a tener alrededor de 27 radios, pero posterior a la crisis del 1998 se redujo a 19; en el 2007 tenía 12 estaciones; para aumentar a 39 el 2008 (http://www.armonia.cl/home.htm). Esta forma de hacer radio, en el mediano plazo ha causado mucho rechazo por su constante solicitud de dinero al aire. Otra radio de gran importancia es la Radio Corporación (www.radiocorporacion.cl ), de propiedad del Pastor Chaparro, que a su vez también es dueño de una parte de la radio Portales. También existen otros programas religiosos en las radios Carrera, Santiago y Yungay. También la Iglesia Adventista ha entrado en la competencia radial, siendo hoy una de las redes de emisoras de Arica a Punta Arenas más importante en Chile con 21 estaciones de radios (www.nuevotiempo.cl ). La década de 1990 el pentecostalismo chileno construyó un fenómeno radiofónico.

Para la radio no existen épocas ni restricciones de vestuario. No hay que hacer grandes esfuerzos para llegar a la música. Todo lo que hay que hacer es encender la radio y ajustar el dial. Tampoco es necesario estar en un lugar fijo, se puede trabajar escuchándola, ya sea en la casa, el trabajo (a través de internet) o manejando el auto; además de ello sirve como una forma de identificación religiosa, quien está escuchando la radio es hermano o hermana. La radio también ofrece ese carácter interdenominacional, donde todos los hermanos pueden participar y de los cuales los que más participan son las mujeres. Es por ello que hay programas estelares para mujeres (temáticas domésticas y de servicio), niños (cuentos y personajes infantiles), ancianos (música del recuerdo), jóvenes (música actualizada) y temas de actualidad evangélica en donde se informa regularmente el avance de la evangelización en los distintos países y los países donde los misioneros son perseguidos o simplemente el crecimiento evangélico es menor, lento o de persecución; o bien sólo se ofrece un panorama general del desarrollo del evangelio en el mundo y se llama a oración por aquellos temas.

El crecimiento y mantención del interés por la radio por parte de las iglesias evangélicas, se debe a su mayor flexibilidad y adaptabilidad a la cultura pentecostal; costo de operación y producción comparativamente bajas en relación a otros medios; desterritorialización y descentralización; representa la diversidad denominacional; incorpora a su oferta contenidos locales; establece una relación más directa, personal y de confianza con los auditores; y una relación no discriminadora en cuanto a estratos económicos para la incorporación interactiva de sus usuarios.

Sin embargo el fenómeno radial ha permitido globalizar el neopentecostalismo a partir de los contenidos musicales y los sermones; ya que muchos de los radiopredicadores también son telepredicadores. Esta globalización religiosa genera una relativa homogeneización del pentecostalismo llegando incluso a los sectores rurales. Pero las radios evangélicas chilenas, salvo excepciones como la radio Vicente Pérez Rózales de Puerto Montt, siguen siendo un nicho y una ghettificación evangélica, es decir con contenidos puramente religiosos; transformándose la radio en una extensión de los templos y de muy poco interés secular.

Sin embargo la radio ha tenido un fuerte impacto en el mundo evangélico e incluso ha sido utilizado como recurso evangelizador por instituciones evangélicas interdenominacionalesxvii. Hoy las personas prefieren elegir los templos radiales y desplazan los templos de maderas y concreto, disminuyendo la asistencia a los templos locales. También las predicaciones y música influyen en las concepciones locales y terminan por globalizar al neopentecostalismo.

La teleiglesia

En la década de 1980 aún permanecía una tvfobia por parte del pentecostalismo chileno y además fue la época en que más se enfatizó el carácter satánico de la televisión. Era considerado como un objeto tan malévolo que no se podía incluir ni en el hogar ni en la iglesia. Un artículo de la Iglesia Evangélica Pentecostal señala: El televisor cuyas iniciales son TV, que bien podrían ser iniciales de Tirano Victorioso, quien tiene las siguientes características: es antihogar; antioración; antiestudio; antimatrimonio; antievangelización; y antisalud física. El televisor es un ser extraño en el hogar, es un pervertidor de la verdadera educación, es un culto a Baal o Molok, es un ídolo satánico, es un abierto enemigo del matrimonio (Castillo 1986). Es la década donde más se enfatiza el carácter dañino y pernicioso de la televisión porque es la época donde se inicia la secularización interna del pentecostalismoxviii.

A contar de 1990 paulatinamente los pentecostales se van insertando en la televisión. El programa que más ha durado es “Puertas Abiertas” (www.puertasabiertas.com ), que se transmite todos los sábados de 8 a 9 de la mañana desde el año 1991 en el canal de Televisión Nacional. Luego está el programa “Pare de Sufrir” ligado a la más estudiada y controvertida en América Latina, la Iglesia Universal del Reino de Dios de Brasil. Estaciones de televisión local como la Roca 1998 que duró hasta 2002; en el 2000 llega a Chile a través del UHF, Enlace que tiene como centro Costa Rica, aquí es donde es el escenario de todo los predicadores neopentecostales tanto latinos como estadounidenses. También encontramos experiencias de televisión local como Vidavisión (www.vidavision.cl ), del pastor Jimy Zubarzo y el apóstol Alejandro Martínez. Igualmente poseen canales de televisión local Radio Armonía y Nuevo Tiempo. Otro canal de televisión, está en Puerto Montt, dirigido por el pastor Roberto Aburto, Canal Luz VHF.

La televisión hace del culto un espectáculo y entretenimiento sacralizado en donde la cultura de la palabra es desplazada por la cultura de la imagen, predomina el lenguaje de los símbolos, de los códigos visuales y de lo estético. Lo retórico se ha replegado dando lugar a la imagen que se pasea por las grandes salas de televisión, incorporando los cultos que se realizan en los enormes cines, hoteles o megatemplos. Así la credibilidad del mensaje del predicador, depende del éxito que proyecta a través de su propia congregación. La televisión es el escenario y vitrina de la iconografía, la efigie, el fetiche y el tótem de la cultura globalizada.

El uso de la televisión por parte del neopentecostalismo como otra forma de hacer culto, conocidos como cultos electrónicos, se transforma en un montaje escénico que rompe con las campañas evangelísticas y cultos tradicionales, y hoy es más parecido a un show o un espectáculo: los telepredicadores son los nuevos profetas que anuncian y muestran un futuro diferente del evangélico de ayer. Como señalan Bourdieu y Passeron (1975), es una proclama desde la junglas asfaltadas la mutación de la cual surgirá un nuevo cristiano, transformado por la transformación de sus medios de expresión, hombres y mujeres de la imagen sustituyendo a los hombres de la palabra, iconántropos que habitan en la iconosfera, en un ambiente existencial instituido por la información visual y elevado por ella al nivel de la realidad constante.

Son los nuevos líderes que entran en confrontación con la visión de Dios, la sociedad y el ser pentecostal en los discursos pasados; se critica la separación tajante entre lo mundano y lo eclesiástico, no se considera la sobreinfluencia de Satanás en el sujeto- cristiano, sino que se resalta la capacidad contestaria y la libertad de elección característica central del hombre y la mujer; se critica la continuación de tabúes sobre el trato de temas como la sexualidad, violencia, drogadicción y el alcoholismo. Para hablar sobre temas, el mismo líder se presenta como el que está rodeado de errores y tentaciones, similares a los escuchas, pero la diferencia está en la perseverancia y mejorar día a día; ello cambia completamente al líder de ayer, donde su modelo de vida consistía en la ausencia de errores y la lucha por la perfección, lo que distanciaba a los líderes de la vida cotidiana y de la feligresía.

A diferencia de los telepredicadores norteamericanos, los latinoamericanos, la teología de la prosperidad la complementan con la industria musical. Hoy la Biblia se aprende cantando, se aprende con humor y con ritmo: la música está saturada de textos bíblicos, más que expresiones de experiencias individuales; son expresiones bíblicas que instan a una vida de lucha y batalla, pero la victoria y el triunfo están asegurados siempre y cuando funcione la empresa Dios/humano. Dios es concebido y representado como alguien emotivo y sentimental, que se entristece, que llora y se enoja; alguien que al estar alegre hace bulliciosas fiestas. Con el neopentecostalismo hemos pasado del templo como aula al templo como teatro, del púlpito como dosel al púlpito como proscenio. Antes el predicador era un expositor de la Biblia serio y circunspecto, hoy es dinámico, extrovertido y cómico: en la concepción neopentecostal la Biblia entra con humor y música. Resulta ser una religiosidad de la entretención y del drama; las palabras reiterativas apelan a la debilidad humana, pero termina con expresiones de victoria, triunfo y superación. El sufrimiento es visto sólo como examen de la vida humana, ya que el carácter central de la vida es la felicidad y la bendición de Dios.

El telepredicador latino es el pastor-animador; el showman, primando la estridencia, aplausos, expresiones extáticas, movimientos jubilosos y cantos entonados con mucho ritmo. Incluso muchas veces el predicador es desplazado por el cantante, que deja un espacio sólo de melodías para añadir expresiones que dirijan a la congregación a la emocionalidad, la gestualidad y una relación entre divinidad y cuerpo consciente, conocida como cántico nuevo, donde todos tienen la posibilidad y la capacidad para crear música, poesía y salmos a partir de las melodías transmitidas por los cantantes-actores.

Sin embargo en Chile las teleiglesias aún son escasas, sólo existen experiencias en el centro del país como Valparaíso, Santiago, Concepción y Puerto Montt. A nivel nacional sólo se encuentra la señal por cable TNE (Televisión Nacional Evangélica) y CNT (Centro de Comunicación Adventista Nuevo Tiempo, Chile). Por lo cual la teleiglesia es un fenómeno aún reciente y que no tiene mucha influencia en Chile, pero el canal de televisión ENLACE ha mostrado que la masificación de la teleiglesia va a cambiar la imagen de ser cristiano evangélico y a su vez también va a motivar el descenso en la asistencia a los templos, conllevando a una mayor globalización del neopentecostalismo y su concepción religiosa.

 

La ciberiglesia

La utilización del soporte tecnológico como estrategia de evangelización y como iglesia virtual, ha permitido que enormes cantidades de grupos religiosos sean accesibles desde cualquier lugar y en tiempos que ya bordean la instantaneidad. Los líderes neopentecostales han sabido adaptarse a los cambios tecnológicos como una sociedad distinta a la que ellos crecieron; y por lo tanto una feligresía y un campo misionero diferente. Los problemas han cambiado; la gente de la calle y del hogar ya no es la misma; no hay tiempo para escuchar a un predicador callejero; no hay tiempo para esperar que los feligreses lleguen, porque la competencia religiosa y los atractivos seculares han aumentado. Esta complejidad social va acompañada, además, de una complejidad lingüística, donde aparecen diversos neologismos, influidos por la informática y el lenguaje virtual, lo que ha dado lugar a la aparición de una nueva cultura conocida como la cibercultura y como toda cultura no se da en el aire sino en un espacio social y geográfico determinado, esto el ciberespacio. Por lo cual también la religión y las iglesias se han adaptado a este cibermundo, así hoy encontramos la ciberreligión, la ciberiglesia, los ciberpredicadores y los ciberconvertidosxix, etc.

En este nuevo espacio socialxx aparece un nuevo tipo de ciudadano conocido como el internauta. Los internautas son individuos de la obsesión, del éxtasis y del erotismo navegador, ya que el tiempo transcurre muy rápido, enseguida pasan las horas, conversando, conociendo gente, saltando de un link a otro buscando esa información esquiva. Aquí sólo existe un tiempo, el “presente eterno”, la existencia de afuera se transforma en existencia inauténtica, mientras que el internauta es un ser de la charla y de la cháchara cotidiana, es un expectante de las últimas novedades que le interesan; es un verdadero neofílico. El ciberespacio para el internauta es un mundo de la novedad, flexible, capsular y de la ubicuidad; donde se puede viajar a donde se desee. El ciberespacio es un mundo aparte, su inmersión requiere fijar toda la atención exclusivamente en un canal. A este respecto también es importante destacar que al cibernauta no le interesa cuál es el tiempo afuera (de la pantalla), por ello es posible comunicar personas de latitudes tan distintas del globo. Para el cibernauta el espacio es un tema irrelevante. Es el mundo de la emancipación; es un mundo que carece de coherencia y por lo tanto de representación unificada, por lo tanto se realza la pluralidad discursiva, de representaciones y de cosmovisión; es el mundo de la heterogeneidad, la indeterminación, la fragmentación y la diferencia: en donde todos tienen el derecho de hablar por sí mismos, de escuchar y ver lo que se quiere y se desea, es el ámbito del coprotagonismo.

Este cibermundo es el espacio de lo pluricultural, conocido como la cibercultura (Faura 2000), es decir el conjunto de técnicas, de maneras de hacer, de maneras de ser, de valores, de representaciones que están relacionadas con la extensión del Ciberespacio. Es una colección de culturas y productos culturales que existen y han sido posibles gracias a Internet, con las historias contadas sobre esta cultura y sus productos culturales. La cibercultura al igual que todas las culturas, es extensa y amplia, y está en un constante estado de flujos, expresa una mutación fundamental de la esencia misma de la cultura. Se produce una emergencia de una nueva universalidad, ésta es diferente de las formas culturales universales anteriores. Esta universalidad se construye sobre la indeterminación de un sentido global, universalidad por interconexión. Tiende a mantener su indeterminación. Se produce una reorganización y metamorfosis constante. Mutación cultural vinculada a un cambio en el sistema de comunicación. La cibercultura parte de una construcción ideológica que ha influido de manera decisiva en crear una imagen del ciberespacio la mayoría de las veces negativa y muy disuasiva para las personas más alejadas a su realidad. En la cibercultura, como señala Regazzoni (2000), se han multiplicado las metáforas para aprehender el fenómeno Internet: navegar; autopista informática; red (the Net); telépolis; y, portales. En donde se expresa la aventura y complejidad de esta nueva ciudad hipermodernizada. Es en esta ciudad, nuevo tipo de sociedad y cultura, donde el neopentecostalismo se inserta y se adapta, en sus contenidos religiosos, así se transforma en una ciberreligión.

De esta manera la ciberreligión con sus ciberiglesias, sus congregaciones o asambleas se caracterizan por ser congregados sin rostros, que se expresan libremente realzando la libertad negativa, sin coacciones; en donde los perdidos y los salvados, los santos y los heréticos, los fundamentalistas y los pluralistas se reúnen para expresar sus ideas. A pesar de la democratización de esta congregación, sus asistentes se caracterizan principalmente por ser jóvenes y escolarizados. Son ellos por su familiaridad y herramienta de trabajo, pasan más tiempo frente al internet, lo que significa, que todas las páginas, deben tener temas referidos a los jóvenes.

Estamos asistiendo a una era de iglesias sin templosxxi, es posible que en el siglo XXI, las catedrales se conviertan en museos y patrimonio de la humanidad por la muerte de las viejas representaciones de Dios. Los nuevos templos son los teatros, los mall, las radios, la televisión, el internet.

Los pentecostales parecieran ser que nunca son ortodoxos a la hora de buscar medios para la evangelización. Desde su nacimiento en Chile, en la primera década del siglo XX, usaron la calle como un medio para evangelizar; esta forma le permitió adquirir el famoso nombre de canutos; hoy por hoy en este auge telecomunicativo, que ha dado lugar a la telepolis, encontramos a los cibercanutos predicando en las distintas telecalles, teleplazas, teleoficinas y telecasas; anunciando las buenas nuevas.

Este ciberespacio, tiene varios objetivos para los evangélicos:

  1. Constitución y extensión de una iglesia virtual. Esto permite que distintas denominaciones pongan en los portales de la red la dirección de sus congregaciones tanto en Santiago como en las principales ciudades del país.

  2. Utilización del ciberespacio como un nuevo campo misionero obedeciendo al mandato de Jesús: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Y que en realidad en Internet puede resultar así este mandato: id por todo el ciberespacio y chatead el evangelio con todos los cibernautas. Para ello encontramos una página donde sólo con escribir un versículo de la Biblia ej: salmo 146:5 y elegir una de las versiones ( Reina-Valera 1960; Nueva Versión Internacional; Reina-Valera 1995; Dios Habla Hoy (1995); Reina-Valera Antigua (1909); Biblia en Lenguaje Sencillo; La Biblia de las Américas) y aparece en pantalla. O bien se escribe cualquier palabra y aparecen diferentes versículos, en treinta idiomas distintos.

  3. Utilización del “ciberespacio” como una comunidad virtual interdenominacional; radios virtuales (www.armonia.cl, www.fmvida.cl ), canales de televisión (www.enlace.org), páginas web de congregaciones (http://www.pentecostaldechile.cl), distintas, editoriales, músicos y grupos musicales (www.amen-amen.net ).

  4. Ser un espacio para un gran areópago, en el que el discurso evangélico es uno más; ya que esta telepolis es politeístas en donde cada dios tiene su propio ciber: profetas, sacerdotes, predicadores y feligreses. Este pluralismo religioso no implica, sin embargo ecumenismo y tolerancia, sino por el contrario, despierta nuevas formas de persecución e intolerancia religiosa, lo que significa a su vez que es posible que también aparezca la ciberhogueras, lo que se traduce en una arena de lucha por la legitimidad religiosa teológica. Si ayer eran piedras que se le tiraban a los templos evangélicos, mañana serán virus a los infotemplos o cibertemplos; ya que todo cambia, incluso el material y el recurso de las lápidas y de las hogueras.

Los cultos electrónicos no necesitan los nombres y números de la personalidad jurídica de las congregaciones, sino que sólo de los recursos para el acceso al espacio de libertad, el pluralismo y de la igualdad. Todo esto permite el tipo de sociedad globalizada que vivimos: así como están las universidades abiertas, que permiten estudiar por internet, inscribirse y pagar por tarjeta electrónica, una clave para el acceso al portal universitario y recorrer los distintos espacios virtuales, así también están las iglesias virtuales que tienen sus cibercreyentes que entregan sus diezmos y ofrendas por las tarjetas electrónicas. Pero también encontramos el trabajo en casa como prestación de servicio, como en la época precapitalista, sólo una relación de experto- comprador, y que toda la transacción se puede hacer por la red, sin que nunca se vean los rostros. Así también encontramos los cultos en casa (templos celulares) que obedecen a dos lógicas: una desde la red, la televisión y la radio, ligado a una lógica de la globalización, y otra desde los mismos individuos, al pasar tanto tiempo fuera de su casa producto del trabajo, quieren que sus deseos religiosos sean satisfechos en su hogar o en el momento que lo necesiten.

Los templos micro-tecnológicos: celulares y MP4

En el fascinante universo de los contenidos ofrecidos a través de mensajes de texto para teléfonos celulares podemos encontrar de todo: horóscopos, mapas, concursos, juegos, el pronóstico del tiempo, noticias, etc. Sin embargo algo está comenzando a gestarse: la Biblia por celular. Las Sociedades Bíblicas han presentado versiones de la Biblia en formato SMS que permiten que los 31.173 versos del libro sagrado puedan ser leídos a través de la pantalla del microteléfono.

Se acabaron los viejos tiempos cuando la Biblia podía encontrase sólo con tapas oscuras y una cruz encima. La idea es llevar la Biblia a la gente de todas las edades, procedencias e intereses, y la versión en SMS es una extensión lógica de esto. De esta manera los mensajes bíblicos son más accesibles a la gente joven, los principales usuarios de telefonía móvil. Las Sociedades Bíblicas han reducido la ortografía de las palabras del texto para que cada versículo quepa en un mensaje. El gran representante de esta idea es el pastor y evangelista norteamericano Rick Warren: No importa cuán maravillosa sea una traducción, siempre tiene sus limitaciones. La Biblia fue escrita originalmente con 11.280 palabras hebreas, arameas y griegas, pero la típica traducción en inglés usa 6.000 vocablos. Obviamente los tintes y matices de las palabras se pueden perder, de modo que siempre es saludable comparar varias versiones. Para defender su tesis publicó un libro, llamado Vida con Propósitoxxii, en el que expuso unas mil citas bíblicas tomadas de quince versiones distintas del libro sagrado.

Es posible que a medida que pase el tiempo, la cobertura y el espacio del celular aumente y su tamaño disminuya, frente a ello no sólo se ofrecerá la Biblia por celular, sino que también se transmitirán los cultos por celular. De esta manera no importa donde se esté, siempre podrás estar en un culto pentecostal, gracias a la tecnología.

La tecnología MP4 ha sido desarrollada para proporcionar calidad DVD de audio y video en un tamaño extremadamente pequeño. Para utilizarlo en reproductores portátiles como el iPod video. Esta tecnología tiene mucha ventaja: Batería Recargable de Litio-Ion; e-Book para leer texto en la pantalla; parlante externo que permite escuchar la música con auriculares o sin ellos; karaoke; pendrive, para transportar cualquier tipo de archivos; música, mejor sonido que los MP3; video se pueden ver películas y videos; grabador de voz y radio FM.

Esto es simplemente “meterse la iglesia al bolsilloxxiii”. El individuo ya no necesita ir al templo sino que trae el templo hacia él. Es el individualismo pregonado por el protestantismo, autonomía religiosa que exacerba el neopentecostalismo. Esta tecnología es propia de lo jóvenes y por lo tanto se debe esperar que la asistencia a los templos vaya disminuyendo en el futuro y los hijos de estos jóvenes no necesiten de la Escuela Dominica, sólo depender de la micro- tecnología para solventarse espiritualmente.

Seguramente dentro de no mucho aparecerá la nanotecnología de la cual los neopentecostales se satisfarán y así las demandas religiosas cada vez serán más individualistas, materialistas y sentimentales. Pero este sistema convivirá con otras iglesias más comunitarias. Y aún más el neopentecostalismo sobrevive de una comunidad de feligreses comprometidos, comunitarios y que trabajan en la visión y misión del Pastor y gracias a eso se sostiene: no es un individualismo absoluto. Esa membresía seguirá tanto en el pentecostalismo como en el neopentecostalismo.

La industria musicalxxiv

La música en el neopentecostalismo ha sido un tema recientemente tratado (Garma 2000; Barrera 2002; Mansilla 2006). Los himnos fueron un patrimonio heredado del protestantismo histórico y misionero. La liturgia himnológica lindaba entre la utopía y la realidad. Las instituciones de la modernidad como los Estado- naciones; la escuela; la iglesias protestantes y las ciudades, así como instituciones deportivas tienen sus himnos. Los himnos se caracterizan por su celebridad, su sentido marcial y su esperanza por un futuro mejor. Mientras la religión oficial su esencia está en el pasado, los grupos religiosos disidentes se centran en el futuro. El futuro implica dos tiempos: Apocalipsis y milenio, en el cual encontramos un “mundo al revés” en el que los oprimidos gobiernan y los opresores son servidores. En ellos los himnos también son esperanzadores, “Cuan glorioso será el mañana” intitula un himno protestante.

Como señala Barrera (2002: 633) el protestantismo se caracterizó por la Biblia y el himnario. Por lo tanto el himnario definió frontera de identidad. Los himnos, a pesar de ser cantado y sentido, eran repetidos por la congregación, no eran para ser interpretado. Luego aparecen los coritos que eran una creación local, laica y contemporánea, no se adhirieron a los himnarios, sólo como anexos. Otra característica del corito fue su relajamiento rítmico, siempre más alegre y rápido. Si los himnarios inducían a la marcialidad los coritos al movimiento espontáneo.

El protestantismo histórico siempre ha visto a los instrumentos musicales como esencialmente profanos y nunca dignos de ser incluido de acompañamiento en los cantos sagradosxxv. El pentecostalismo chileno que continuo con la influencia de Willis Hoover ha mantenido la postura de excluir los instrumentos de los cultos religiosos. A pesar de estas excepciones el pentecostalismo chileno ha sido muy fructífero en la creación de coritos introduciendo los instrumentos populares. Los coritos se dividen en coros de adoración y coros de alabanza. Los coros de adoración son intimistas que inducen generalmente a los creyentes al llanto, mientras que los coritos de alabanza inducen al movimiento del cuerpo, a la incorporación paulatina de manos, aplausos y danza. Los coritos al ser locales y contemporáneos obedecen a la creación de experiencias similares a los oyentes: son experiencias concretas a diferencia de los himnos que eran más abstractos y metafóricos.

El neopentecostalismo globaliza estos coritos haciéndolo parte de la industria musical. También nacen cantantes, especialmente mexicanos que se trasforman en Orfeos neopentecostales. Con ello desaparecen los coros de la iglesia y emergen los ministerios de alabanza. Ahora el pastor predicador ya no está solo en los cultos, adquieren mayor relevancia los ministros de alabanzas, quienes se encargan de enseñar las últimas canciones de la industria cultural. La nueva canción pasa muy rápido de moda, no dura más de un año de ser cantada en el templo cuando aparecen nuevas canciones que enseñar. La música neopentecostal también es característica de la juventud; los himnos protestantes eran patrimonios de los adultos; y los coritos pentecostales de los niños, enseñados en las escuelas dominicales. En cambio la nueva música es parte de la juventud masculina; los coros pentecostales eran numerosos en los cuales habían hombres y mujeres. Los ministerios musicales del neopentecostalismo se caracterizan por ser jóvenes hombres, las mujeres son muy escasas.

La música neopentecostal no solamente se ha industrializado y comercializado sino que también compite en el mercado del espectáculo con las premiaciones. Marcos Witt, ha sido el cantante que más premios ha ganado: cinco premios Grammy Latino, 2 premios Billboard y actualmente director de la Academia Latina de la Grabación (The Latin Recording Academy). En el año 2007 el dominicano Juan Luis Guerra arrasó con cinco Latin Grammy a los que estaba nominado, cuando "La llave de mi corazón" se llevó los premios a canción y grabación del año y mejor canción tropical, y el disco homónimo obtuvo el galardón al mejor álbum de merengue y álbum del año. Sus productores, además, recibieron el honor a la mejor ingeniería de grabación. Soraya Moraes oriunda de Sao Paulo, Brasil, se alzó con las dos estatuillas que premian lo mejor de la música cristiana, tanto en español como en portugués en el año 2008. Otro nominados en varias oportunidades han sido: Jesús Adrián Romero, Aline Barros, Alex Campos, etc. También hay reguetoneros que ganaron grammys y otros con miles de discos vendidos, como Vico C, Daddy Yankee y Don Omar.

El mercado musical neopentecostal ha resultado ser tan interesante que en conversiones de cantantes seculares, que ya eran exitosos secularmente pero con un mercado limitado, lograron ampliar sus posibilidades con el mercado evangélico como es el caso de Juan Luis Guerra; Yury; Ricardo Montaner. Habría mucho que decir sobre la industria musical neopentecostal que llega a través de todos los medios electrónicos. La música es central en los cultos, es una verdadera músicoterapia. El pentecostalismo clásico, el protestantismo e incluso el catolicismo les cuesta mucho competir con la música neopentecostal que atrae tanto a los jóvenes y mujeres en los cultos, radios, internet con el YouTuBe y en los distintos recursos microtecnológico. La música neopentecostal ha revolucionado la religión. El protestantismo se está pentecostalizando, en realidad se está neopentecostalizando. Incluso el mismo pentecostalismo clásico se está neopentecostalizando.

En América Latina el siglo XIX fue el siglo del protestantismo; el siglo XX fue del pentecostalismo y el siglo XXI será el siglo del neopentecostalismo. En el siglo XIX el objeto de la religiofobia fue el protestantismo; el siglo XX lo fue el pentecostalismo y el siglo XXI es el neopentecostalismo y pronto aparecerá el postpentecostalismo y también será rechazado. En realidad la religión más rechazada ha sido el pentecostalismo sin importar el prefijo que tenga, todo aquello que se apellide pentecostalismo es rechazable, esto demuestra el fantasma pentecosfóbico existente en América. John Wesley, dijo “el mundo es mi parroquia”; hoy tres siglos después, los neopentecostales señalan: el ciberespacio, la televisión, la radio y la telefonía son mis parroquias.

Conclusión

La tecnologización de la religión influye no sólo en los valores, sino también en el lenguaje, que implica la aparición de neologismos para referirse a la asistencia a un culto; hoy se trata más bien de tomar el control y se hace un zapping, mientras se ubica el canal evangélico para escuchar y ver al telepredicador; o bien buscar la estación de radio en la dirección del dial, para escuchar al radiopredicador o radiopredicadora; o bien para insertarse en la telepolis a través de una página web, que se ve en el portal, para acceder a la gran red. Pero si hay algún creyente insatisfecho con las experiencias religiosas de tales portales, sólo tiene que atreverse a navegar o surfear por las venturosas y misteriosas olas del ciberespacio, lugar donde se cruzan distintos pistas de posibilidades de las infocarreteras, que le permiten llegar a un nuevo mensaje o contenidos religiosos.

El impacto que produjo la secularización en la religión fue distinta de lo que esperaban los protestantes liberales, los teólogos del Dios muertos o los cientistas sociales; apareció un hambre más profundo, pero distinto de Dios; en este caso una religiosidad, que comienza a interesarse por lo terrenal, lo mundano, lo humano y lo social; su preocupación ya no es, solo el cielo, sino también la tierra, se podría decir que ellos dicen: no sólo de alimento espiritual vive el hombre, sino también de lo material. De esta manera el neopentecostalismo, resultaría ser la profecía cumplida de Weber (1998: 259), entendiéndose como: el renacimiento alegre y sonriente, de viejas profecías que con el protestantismo y el pentecostalismo clásico se habían petrificado y mecanizado, pero que hoy son adornadas en los escenarios de los templos electrónicos y virtuales, por los nuevos líderes transformados en “especialistas con espíritu y hedonistas con corazón”.

El neopentecostalismo, resucita las representaciones de los muertos hebreos, para glorificar las nuevas luchas; para encontrar de nuevo el espíritu de una revolución religiosa, que el pentecostalismo inicio a escala nacional; pero que ahora es llevado hasta lo último de la tierra, ayudado de todos los medios: lo que se comenzó, en las calles ahora se hace a través de las cibercalles, la televisión y la radio; avanzar horizontal y verticalmente, invadiendo todos los espacios sociales con las “buenas nuevas”, que anuncian a un continente abatido (por el militarismo y las promesas incumplidas de la democracia); a vendar a los quebrantados de corazón; publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel; a consolar a los enlutados; protestar, para que los pobres tengan gloria en lugar de cenizas, felicidad en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado y apocado.

 

Notas

i Agradezco los comentarios de la Dra. en Sociología, Sandra Leiva Gómez, académica de la Universidad Arturo Prat. Iquique- Chile.

ii Sociólogo. Magíster en Ciencias Sociales. Doctorando en Antropología (Universidad de Tarapacá y Universidad Católica del Norte. Chile).

iii Martín Lutero llamó al órgano una insignia de Baal (Rodríguez 2008).

iv “Los antecedentes que disponemos al respecto son los siguientes: En Talcahuano y en 1926, se convirtieron a la fe pentecostal los hermanos Ríos, quienes en su momento se desempeñaban como artistas circenses. Ellos eran Genaro, Eliseo y Rafael. Habían sido artistas de circo, tonis o payasos y además, conformaban un trío musical que con sus guitarras se ganaban la vida. Al convertirse al Evangelio, colgaron sus guitarras, dejaron su trabajo del circo y pasaron a ser uno más de los muchos convertidos en la ciudad penquista. Más tarde los hermanos Ríos, decidieron emigrar a Santiago donde llegaron a ser miembros de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal, más conocida como la Iglesia de Jotabeche , cuyo Pastor era el mismísimo Pastor Umaña. Allí pasado algunos meses, los Ríos en su espontaneidad propia de su oficio propusieron al Pastor que en la predicación en la vía pública pudieran cantar los himnos tocando sus guitarras. Esa primera predicación acompañaron al grupo solo los hermanos Ríos con sus guitarras. Fue toda una novedad, pues con la gracia de tantos años trabajando en el circo, y ahora sazonada con la gracia de Dios, trajeron gran cantidad de personas, especialmente niños y muchachos que los siguieron al templo atraídos por la música. Llegaron al templo, entregaron el servicio y enfundaron sus instrumentos. El culto de esa noche siguió en forma normal cantándose los himnos acompañados del armonio como de costumbre” (Orellana 2006: 122).

v Para conocer sobre la Revista ver Mansilla (2007b).

vi En el 1988 adquieren el primer canal de televisión en la Isla, y hoy no sólo abarcan a Puerto Rico con sus siete canales, sino que a través de La Cadena del Milagro Internacional se transmite el mensaje de salvación 24-7 a más de 128 países alrededor del mundo. Todo ello a través de cuatro satélites y cientos de canales de televisión que retransmiten la señal a toda América Latina, el Caribe, Estados Unidos, Europa y países del Occidente. Además, publican la revista La Fe en Marcha, con una distribución gratuita de miles de ejemplares.

vii La glocalización hace referencia al proceso simultáneo de homogeneización y heterogeneización que tiene lugar bajo el mismo fenómeno globalizador; o de translocalización que describe la manera en que se construye el conocimiento en diversos contextos sociales que, al entrar en contacto e interrelacionarse, dan pie a producciones culturales que toman un nuevo sentido (Cantón 2004). El pentecostalismo es una religión glocalizante porque al llegar con mensaje, ese mensaje se localiza en la cultura utilizando los símbolos culturales dándole significados bíblicos. Una vez convertido a personas de la localidad las transforma en líderes, quienes comienzan a divulgar el evangelio con el lenguaje local. Así el pentecostalismo se “campesiniza”, se “indigeniza” o una “etnización”. Esta capacidad de localización ha sido muy rechazado por el protestantismo por considerarlo acomodaticio.

viii El creyente neopentecostal tiene todo el poder de decretar por la autoridad que le es dada, que se concreten estas y no otras realidades. Por esa autoridad el creyente puede subyugar los poderes demoníacos, incluso, en un espectáculo televisivo como demostración de fuerza. De aquí el nacimiento de la “guerra santa”. Existe poder en las palabras que se profieren, por lo tanto se decreta el bien y se amarra el mal; de ahí el poder que tiene el nombre de Jesús. El creyente no puede enfermarse pues “Cristo llevó sobre sí nuestras enfermedades” y no puede ser pobre porque Dios es dueño de toda la plata y de todo el oro. Énfasis en una vida sin enfermedades. Mito de la salud perfecta y de la prosperidad dada por Dios. Existe un aburguesamiento de la iglesia, el mensaje pentecostal alcanzando a la clase media y alta, dinero de glamour y gospel y la riqueza es vista como una bendición de Dios (Freire 2003: 170- 171)

ix Las religiones, se enfrentan hoy a un mundo secularizado que compite con otras instituciones en la producción y administración de las creencias sobrenaturales, de la sacralización grupal y de la difusión de modelos de salvación y trascendencia. Esto no significa que las instituciones queden vacías de sentido al perder el monopolio de sus funciones sociales o que lo religioso transite libremente por la sociedad. Lo que sí se puede afirmar es que la religión ha perdido la exclusividad de ciertas competencias sociales, y que ahora tiene que competir por la producción de lo sagrado y lo trascendente con otras instituciones seculares. Frente a ello se buscan medios modernizados para transmitir contenidos tradicionales. Si bien es cierto que las fuentes de producción y los canales de distribución de la cultura ya no son únicamente localizables en el entorno inmediato, pues la comunicación, revolucionada por las nuevas tecnologías de la información, se ha convertido en un poder invisible que está presente en los procesos de interacción cotidiana; también lo es que las comunidades primarias constituyen una base sólida de sentido colectivo. Así lo local continúa siendo una unidad de análisis indispensable para entender la relocalización de lo global y la globalización de lo local (De La Torre 2001).

x “El cuerpo en el neopentecostalismo es el elemento fundamental, pues todas las actividades pasan por él, hasta el elemento espiritual –la entidad que viene del trascendente- al manifestarse, necesita de un cuerpo para, literalmente, incorporar. Por fin, el “cuerpo es cerrado” es protegido de todo y cualquier ataque físico como espiritual” (Freire 2003: 171).

xi El neopentecostalismo hace una defensa constante del pueblo judío, quien es visto como una evidencia del pronto regresos de Jesús. Lo distinto de esto, a diferencia del catolicismo y protestantismo, es que ya no se espera convertir a los judíos, sino que ellos son visto como el “verdadero pueblo de Dios”. Smith (2006) evidencia estas ideas en el neopentecostalismo guatemalteco. El apóstol de Guatemala Fernando Solares, estableció su propia iglesia, La Familia de Dios, en 1990. En 1994 adquirió el Canal 27, sostenido por medio de su Ministerio de Motivación Cristiana. También tiene el Seminario Teológico Neopentecostal americano y una estación de radio en AM. Como dueño de un canal de televisión, Solares decide cuáles de los empresarios religiosos locales pueden colocar programación en su canal. Solares también se ha ubicado como el portador de la bandera del sionismo cristiano en Guatemala. Los sionistas cristianos son fundamentalistas que defienden a capa y espada al estado de Israel y a los partidos políticos derechistas israelíes, justificando su postura en su interpretación de ciertas profecías bíblicas. Para consolidar su protagonismo en este movimiento, Solares ha construido un complejo llamado Tierra Santa. El gobierno de Israel ha reconocido a Tierra Santa como La Embajada Internacional Cristiana de Jerusalén en Guatemala. El complejo incluye ocho olivares que, según Solares, se trajeron desde el Monte de los Olivos en Israel.

xii Campos (2003: 153) señala que es “usual que estos líderes coloquen en sus tarjetas de presentación el epígrafe: Fulano de tal, “Apóstol de Jesucristo”. Pero la cosa no queda allí, pues no se trata de una simple etiqueta o una designación honorífica. Se trata de una nueva estructuración del poder religioso, , porque automáticamente alguien que es consagrado apóstol en el marco de un culto carismático ordinario, pasa a colocarse como en un nivel superior en la jerarquía del liderazgo existente, más allá de los marcos o límites denominacionales. Vale decir que ahora el apóstol Juan Pérez pasa a ser una autoridad por encima incluso del Obispo Presidente de una denominación cualquiera. Y, según se entiende, resistirse a aceptar su autoridad es como resistirse a la autoridad divina delegada por el Espíritu Santo”.

xiii El neopentecostalismo argentino “comienza a partir de la década de 1980, fuertemente centrada en líderes carismáticos, con manejo económico independiente, estrategias basadas en reuniones de multitudes en carpas, cines y estadios, empleo intensivo de medios de comunicación de masas y un énfasis sobre el tema de sanidad divina, prosperidad personal y familiar, trance extático con llantos, desmayos y danzas, guerra contra potestades espirituales y liberación de ataduras espirituales que producen enfermedades y desgracias. Dentro de esta corriente fue especialmente importante Carlos Annacondia” (Wynarczyk 2003: 41).

xiv Hoy por hoy en Chile son más de cuatro mil las denominaciones evangélicas existentes y que suman 18 mil los pastores. Se logró la igualdad de culto en el año 1999 y un feriado evangélico nacional el 31 de octubre del 2008, que se celebra en cada importante ciudad de Chile, aprovechando esas fecha un vínculo con las alcaldías para reconocer a los pastores como hijos ilustres de la ciudad y nominalizar las calles con el nombre de pastores muerto, como una forma de conseguir acceder al poder simbólico. Se ha logrado instalar capellanes en La Moneda y las Fuerzas Armadas. Hay comunas donde son mayorías. El sur de Chile es la zona donde mayoritariamente se concentra la población evangélica. Los Álamos, en la VIII Región, es la comuna donde hay mayor presencia de representantes de este credo, según el censo 2002. Seis de cada diez personas que viven en este lugar (ubicado junto a Lebu, Cañete y Curanilahue) profesan esta fe. Según el censo de 2002, las comunas de Lota (con un 57%) y Coronel (52%), son otros de los lugares donde hay gran cantidad de población con este credo. En la Capital, las comunas La Pintana y El Bosque aglutinan igualmente una cifra importante de feligreses que ronda el 30%. San Ramón destaca también, pues allí existen alrededor de 200 templos evangélicos y sólo siete iglesias católicas. ¿Cuál es la característica de estas comunas?: son las zonas más pobres del país. El 14 de septiembre del 2008, día del TeDeum evangélico, debutó Televisión Nacional Evangélica (TNE), el primer canal de TV evangélico con cobertura nacional, puede ser sintonizado en 24 ciudades de Arica a Punta Arenas. En materia radial son más de 200 las estaciones comunitarias que existen a lo largo de todo el país y hay dos cadenas importantes: Corporación y Armonía. El año 1992 se da origen al primer encuentro de comunicadores sociales Coicom (Confederación Iberoamericana de Comunicadores de Medios Masivos: www.coicom.com), comenzando en la Paz Bolivia y se ha celebrado en cada capital de un país de América Latina. Donde los principales expositores son los telepredicadores, radiopredicadores y artistas musicales de éxito, que es otra forma que la influencia neopentecostal se expande. Cada año asisten miles de participantes de más de 20 países de Iberoamérica. A lo largo de su trayectoria distintos países de Latinoamérica como Colombia, México, Panamá, El Salvador, Chile, Ecuador, Bolivia, Perú, Guatemala y Costa Rica, han sido sede oficial de los congresos de COICOM.

xv “La radio constituye el segmento más antiguo de la cultura de masa. En Chile la radio comienza a tener difusión masiva desde la década de los ‘40’, vinculándose estrechamente al movimiento de la publicidad. Durante la década de los ‘50’ existían en el país100 receptores por cada mil habitantes, registrándose el año 1958 alrededor de 80 radioemisoras a lo largo del territorio nacional. Desde sus comienzos la radiofonía quedó entregada al sector privado. En 1974, en Chile había un total de 165 radioemisoras, de los cuales 143 son onda larga y 22 FM y en 1985 existen 302, de los cuales hay 153 onda larga y 149 FM. Este crecimiento coincide también con el crecimiento de números de receptores por habitantes, de los cuales en 1970 encontramos 148 receptores por cada mil habitantes y en 1985 son 332 receptores por cada mil habitantes. Esto se debe más bien la “liberalización” y la reducción de aranceles del Gobierno Militar. Durante la década de los ‘80’, asistimos en Chile a una “revolución de la frecuencia modulada”. Las radioemisoras FM se multiplican por 7 veces durante el periodo, mientras que las de onda larga apenas aumentan en 8%” (Brunner 1989: 128).

xvi Una mujer evangélica de la Iglesia Evangélica Pentecostal mostraba que hasta finales de los año de 1970 la radio todavía era un instrumento de Satanás, porque era el medio donde se podía escuchar música mundana: “…me hicieron un raspaje y me dieron de alta y fui llevada al hogar y al estar allí otra vez me vino una hemorragia. Esto era grave, por lo que esta vez decidimos con mi esposo sacar los anatemas que había en mi hogar. Tenía radio y disco mundanos y ahora ya no están en casa, salieron fuera, y fui llevada nuevamente al hospital donde me hicieron una transfusión de sangre… los médicos me dijeron casi te mueres, pero Dios me dio la vida” (Revista Fuego de Pentecostés N° 598); un hombre evangélico señala: “el Señor me dijo todos los que tienen televisor o radios no serán arrebatados” (doctrina premilenarista) ( Revista Fuego de Pentecostés, N° 653).

xvii Sociedades Bíblicas en conjunto con varias denominaciones evangélicas han desarrollado el programa radial "¿Aló, Jesús? Que se difunde en Radio El Conquistador dirigido a un público de clase media y alta y Canal 4 TV Red, ha incluido varios personeros políticos y mediáticos como: La Senadora Soledad Alvear; los diputados Ximena Vidal y Carlos Olivares, el periodista Santiago Pavlovic y la actriz Javiera Contador, entre otros. Entre varias pregunta que se han hecho está; “Jesús te quiero preguntar, qué es la justicia ", y en acto seguido, una voz masculina le contesta, como si le respondiera Jesús mismo, con una explicación profunda y la invitación a llamar a un número de teléfono donde alguien le contestará sus preguntas. Junto a ello, este programa tiene una pagina web: www.alojesus.cl, realizando, además, campañas de valores cristianos en las calles de Santiago.

xviii Incluso la televisión ni siquiera era considerado como un medio benigno para ver a los teleevangelistas norteamericanos. El Pastor Juan Castillo señala: “Los programas de televisión que parecen cristianos, sólo presentan un evangelio liviano y sin celo de Dios. Por personas que distorsionan las verdades bíblicas, resaltan las emociones y suelen ocultar a Cristo, tras la imagen del predicador y sus artistas con mundanos atuendos, y otros elementos a la vista del televidente. Es allí donde nace la murmuración de los gentiles. Muchos cristianos piensan sinceramente que ese es el medio por el cual el mundo está siendo evangelizado en estos postreros tiempos. Jesús nunca dijo tal cosa. El trabajo de dos en dos, de casa en casa, de persona en persona, nunca fue superado por ningún método” (Castillo 1984: 9).

xix Estos neologismos, que no son simplemente nominales, muestran un nuevo escenario, un acontecimiento nuevo y irresistible en la elaboración de la cultura y el día a día del hombre bajo el signo de la tecnología. Se trata de un universo un nuevo, universo paralelo creado y sustentado por las computadoras y la línea de comunicación del mundo. Un mundo en el que el tráfico global de conocimientos, secretos, medidas, indicadores, entretenimientos y la identidad alterhumana adquiere forma: imágenes, sonidos, presencias nunca vistas en la superficie de la tierra floreciendo en una vasta noche electrónica. Como se puede ver, existe una clara diferencia entre las relaciones que se establecen en “mundo real” con las que se producen en el “mundo virtual”, es decir dentro del ciberespacio. En el ciberespacio, los individuos se ven agrupados por intereses comunes o temáticas, concentrándose alrededor de fórums o grupos de discusión, sin tener en cuenta cualquier otro condicionante social, siempre que éstos no se antepongan a los intereses del grupo en cuestión. Desde un primer momento, el proceso globalizador queda totalmente patente y más aún si lo comparamos con los diferentes niveles de relación que se establecen en la vida cotidiana. Todos formamos parte de un entorno cultural y dentro de él desarrollamos uno o más roles que configurarán nuestra vida (Faura 2000).

xx Este espacio nuevo no se ubica en ninguna parte y genera sus propias reglas. La primera observación es que a pesar de que el soporte lógico de la red se basa en el discurso racional impuesto por el código del programa, el comportamiento de los usuarios y por ende parte del propio comportamiento de la red excede el código y se sitúa en muchos casos fuera de la razón. El espacio virtual que existe pero no se ubica, es también el espacio de la sin-razón. Todos sabemos que el territorio internet es difícil de limitar. Habría que desconectar todos los sistemas al unísono. Es complicado apagar internet. Este es el primer factor impredecible: Estamos frente a un programa que no tiene fin previsto, que no se sabe dónde termina (Picciuolo 1998).

xxi David Yonggi Cho, pastor de la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido (Asambleas de Dios), en Seúl, Corea del Sur, que tiene 1 millón de miembros, y Warren, pastor de la Iglesia de Saddleback Valley, en el sur de California, con 15.000 miembros, afirmaron que Internet es "la estrategia de evangelización para la siguiente generación", que conectará a grupos descentralizados al cuerpo más grande de la iglesia. Ambos se encontraron en California, el 2002, para discutir estrategias de crecimiento de la iglesia en el siglo XXI y llegaron a la conclusión de que las iglesias deben dejar de construir templos más grandes y usar el dinero en misiones mundiales por medio del internet. Con 20.000 nuevos creyentes al año, Yonggi Cho dijo que no hay forma de que la iglesia construya edificios al mismo ritmo y por eso alienta a los jóvenes convertidos a adorar en grupos familiares a través de Internet. Estamos tan apretados, que no hay donde crecer, excepto saliendo al ciberespacio, dijo. Aconsejo a los nuevos convertidos de que no vengan al templo, sino que permanezcan en sus hogares y reciban preparación mediante Internet, declaró. Estos creyentes a distancia responden regularmente a los sermones y servicios y entregan sus diezmos, también mediante Internet. Están físicamente conectados al grupo principal y al estudio bíblico a través de los grupos familiares, anotó. Warren, autor del libro Una iglesia con propósito, dijo que aunque tuviésemos todos los edificios que necesitamos, debemos preguntarnos si la próxima generación querrá ir a grandes edificios para adorar. La iglesia de Saddleback está experimentando con servicios en vivo los fines de semana, a través de Internet, y ha formado grupos que ayudan a los grupos más pequeños a permanecer conectados unos con otros. El pastor Cho también ofrece servicios a través de Internet los domingos y miércoles y para dar enseñanza especial a las células otros días. Ya no es necesario gastar dinero en edificios más grandes, sabiendo que nunca habrá los edificios suficientes. Por eso he anunciado a mi gente y ministros que debemos ir hacia un ministerio total en el ciberespacio. Warren dijo que quiere probar al mundo que no es necesario tener un edificio para que la iglesia crezca. Teníamos más de 10.000 asistentes antes de construir nuestro primer edificio. Cho señaló cómo crecer y ministrar sin edificios. Lo que tratamos de aprender ahora es cómo ir a los hogares a través de Internet. Anotó que esta estrategia no significa abandonar completamente el edificio central de la iglesia. Hay muchos coreanos residentes en Estados Unidos que utilizan su ministerio por Internet. A través de Internet, se puede tener una comunidad mundial y servicios mundiales. Cho relató que a comienzo del año 2000 fue invitado a predicar en Dubai, limítrofe con Arabia Saudita. La policía islámica le previno, si abandonas la Embajada Británica serás detenido. Sin embargo, 3.000 jóvenes acudieron al servicio. Cho les preguntó cómo sabían dónde era la reunión y le respondieron que, aunque en Arabia Saudita no hay iglesia no tienen Biblia, pueden usar lnternet y que así se enteraron de que iba a predicar en Dubai y viajaron a escucharlo.

xxii Warren, Rick. 2003. Una Vida con Propósito. ¿Para qué estoy en la tierra?. Editorial Vida.

xxiii Esto es un chilenismo que quiere decir que algo se torna de tan poca importancia que por su pequeñez se puede meter al bolsillo, pero aquí lo usamos en el sentido, no por su poca importancia, sino por su pequeñez.

xxiv Sedín (1997) señala que el órgano fue introducido por el Papa Vitaliano en las iglesias de la Europa occidental, alrededor del año 670 Pero el primer relato más digno de fe es aquel que se refiere al regalo de un órgano enviado por Constantino Coprónimo, emperador griego, a Pepino, rey de los francos en el año 775» (The American Cyclopedia. Vol. XII, pág 688). Por otro lado los estudiantes de arqueología eclesiástica están generalmente de acuerdo en que la música instrumental no fue utilizada en las iglesias hasta una fecha mucho posterior (que la del Papa Vitaliano en el 670); ya que Tomás de Aquino escribió estas interesantes palabras en el año 1250: "Nuestra Iglesia no utiliza instrumentos musicales tales como arpas y salterios, para loar a Dios, a fin de no caer en similitud alguna con el judaísmo". De conformidad con este fragmento, tenemos plena evidencia de que no existía uso eclesiástico de órgano en el tiempo de Tomás de Aquino. Se alega que Mariano Sanuto, que vivió alrededor de 1290, fue el primero que introdujo el uso de órganos de viento en las iglesias» (La Enciclopedia de McClintock y Strong Vol. VIII, pág. 739).

xxv Juan Calvino en su Comentario sobre el Libro de los Salmos: Los instrumentos musicales en la celebración de las alabanzas a Dios no serían más adecuados que el quemar incienso, o el encender lámparas, o la restauración de las otras sombras de la ley. Los papistas, entonces, han neciamente tomado esto, también como otras muchas cosas, de los judíos. Los hombres a quienes les gusta la pompa externa pueden deleitarse en ese ruido; pero la simplicidad que Dios nos recomienda por medio del apóstol es por mucho más agradable; Martín Lutero llamó al órgano una insignia de Baal; John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista: No tengo objeción a los instrumentos de música en nuestras capillas, provisto que no sean ni oídos ni o vistos; Adam Clarke, teólogo metodista inglés del siglo XVIII señala: A la música como una ciencia, yo la estimo y la admiro; pero a los instrumentos de música en la casa de Dios los abomino y aborrezco. Esto es el abuso de la música; y aquí yo registro mi protesta contra tales corrupciones en la adoración de el Autor del Cristianismo; Charles Spurgeon: “Yo lo mismo atentaría orar a Dios con maquinaria que cantarle a El con maquinaria ( Rodríguez, 2008.)

Bibliografía

Amat, Óscar y Pérez, León. (2004). “Carisma y política motivaciones para la acción política en el Perú contemporáneo”. Anuario de ciencias de la religión: las religiones en el Perú de hoy. Ortmann, Dorothea (compiladora). UNMSM, Fondo Editorial, CONCYTEC. Lima.

Ameigeiras, Aldo (2000). “Pluralismo y diversidad religiosa: el desafío de la interculturalidad”. En X Jornadas sobre alternativas religiosas en América Latina: sociedad y religión en el tercer milenio. Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur, Buenos Aires

Assmann, Hugo. (2000). “Las falacias religiosas del mercado “. Revisado el 15 de febrero del 2007 en http://www.chasque.net/pdc/hassman.htm

Barrera, Paulo (2002). “Hibridación y aflojamiento de fronteras entre evangélicos latinoamericanos”. Boletín Antropológico. Año 20, Nº 55. Mayo-Agosto. Universidad de Los Andes. Mérida, pp. 629- 648. Venezuela.

Bastian, Jean- Pierre. (1994). Protestantismos y modernidad latinoamericana. Historia de unas minorías religiosas activas en América Latina. Fondo de Cultura Económica. México.

Berger, Peter. (2004). “Globalización y religión”. En Debate: las religiones en la era de la globalización. José Casanova y Peter L. Berger. Iglesia viva: Revista de Pensamiento Cristiano, Nº. 218. Valencia, pp. 69-92.

Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean (1975). Mitosociología. Editorial Fontanella. Barcelona.

Buruty, Joanildo. (2003) “Religión, mercado y política: tolerancia, conformismo y activismo religioso”.Revisado el 15 de julio del 2006 En http://www.fundaj.gov.br/docs/text/jburity10.doc

Brown, C. H. 1997. “¿Tiene sanción bíblica la música instrumental en el culto y testimonio cristiano?”. Servicio Evangélico de Documentación e Información. Girona. España.

Brunner, Joaquin. (1989). Chile: transformaciones culturales y modernidad. FLACSO. Santiago de Chile.

Campo, Bernardo. (2003). “El ministerio Quíntuple y la Restauración del Ministerio Apostólico”. En Voces del Pentecostalismo Latinoamericano. Identidad, Teología e Historia. Daniel Chiquete y Luis Orellana, Editores. RELEP- CETELA- ASETT. Talcahuano.

Cantón, Manuela. (2004). “Religiones globales, estrategias locales. Usos políticos de las conversiones en Guatemala”. En Estudios sobre las Culturas Contemporáneas. Volumen, número, páginas: Epoca II, Vol. X, Nº 19. Centro Universitario de Investigaciones Sociales. Universidad de Colima, México, pp 87- 108.

Casanova, José. (2004). “Religiones públicas en un mundo global”. En Debate: las religiones en la era de la globalización. José Casanova y Peter L. Berger. Iglesia viva: Revista de Pensamiento Cristiano, Nº. 218. Valencia, pp. 69-92.

Castillo, Juan (1986). “TV= Tirano victoriosos”. En Revista de Fuego Pentecostés, N° 687. Noviembre. Editor Iglesia Evangélica Pentecostal. Santiago de Chile, pp 8-9.

Córdova, Julio (2003). “Capacidades políticas del movimiento evangélico boliviano”. En Nuevos actores sociales volumen 1. Cuadernos de futuro. La Paz.

De La Torre, Renée. (2001). “Religiosidad popular. Anclajes locales de los imaginarios globales” en Metapolítica, Vol. 5, Num. 17 México, pp. 98-117.

De La Torre, Renee. (2008). “La imagen, el cuerpo y las mercancías en los procesos de translocalización religiosa en la era global”. En Revista Ciencias Sociales y Religión/Ciências Sociais e Religião, Porto Alegre, ano 10, n. 10, pp. 49-72.

Durkheim, Emile. (1992). Las formas elementales de la vida religiosa. El sistema totémico en Australia. Ediciones Akal. Madrid.

Faura, Ricard. (2000). “Cibercultura, ¿realidad o invención?”. Revisado el 20 de diciembre del 2007. En http://www.naya.org.ar/congreso2000/ponencias/Ricard_Faura.htm

Fediakova, Evguenia (2002). “Redes religiosas transnacionales: el pentecostalismo latinoamericano en la “era de la información”. Revisado el 15 de enero del 2009.

En:www.universidadesantiago.cl/revistaidea/html/pdf/fediakova_3.pdf.

Freire, Gedeón. (2003). “La instrumentalización del Poder Divino: Analogía entre la Ética Neopentecostal y la candoblecista”. En Voces del Pentecostalismo Latinoamericano. Identidad, Teología e Historia. Daniel Chiquete y Luis Orellana, Editores. RELEP- CETELA- ASETT. Talcahuano.

Frigerio, Alejandro (1998). “El futuro de las religiones mágicas en Latinoamérica”. Revisado el 20 de enero del 2009 En: www.fflch.usp.br/sociologia/postgraducao/jornadas/papers/mr02_4.doc .

Frigerio, Alejandro (2002). “¿Un nuevo paradigma en el estudio de la religión?: Aplicando teorías de la elección racional a dominios “irracionales”. Revisado el 15 de diciembre del 2007. http://www.naya.org.ar/congreso2002/ponencias/alejandro_frigerio.htm

Garma, Carlos. (2000). “Del himnario a la industria de la alabanza un estudio sobre la transformación de la música religiosa”. En Revista ACSRM. Asociación de Cientistas Sociales de la Religión del Mercosur.

Geertz, Clifford. (2005). La Interpretación de las Culturas. Gedisa, Barcelona.

Gilbert, Jorge. (1997). Introducción a la sociología. Editorial: LOM. Santiago de Chile.

Gogin, Gina. (1997). Presencia religiosa en las radios limeñas. Universidad de Lima y Fondo de Desarrollo Editorial Lima.

Henríquez, Cesar. (2002). “Culto, teología y postmodernidad”. En seminario Evangélico asociado. Nuevos rumbos en la educación teológica. Consultado el 20 de octubre del 2007 en http://www.selah.com.ar/database/images/2393A01.DOC

Hervieu- Leger, Daniele. (2004). El peregrino y el convertido. La religión en movimiento. Ediciones del Helénico. México.

Mansilla, Miguel (2006) “Del valle de lágrimas al valle de Jauja: las promesas redentoras del neopentecostalismo en el más acá”. En Revista Polis Nº 14 de la Universidad Bolivariana. En http://www.revistapolis.cl/14/mans.doc

Mansilla, Miguel (2007). “El neopentecostalismo chileno. Universidad Autónoma. Metropolitana. Azcapotzalco. México. http://www.elcotidianoenlinea.com.mx/pdf/14314.pdf .

Mansilla, Miguel (2007b). “Despreciados y desechados. Itinerario de la canutofobia en Chile en la primera mitad del siglo XX”. En Revista Cultura y Religión. Universidad Arturo Prat. Iquique. En www.culturayreligion.cl

Mansilla, Miguel (2008). “Pluralismo, subjetivización y mundanización. El impacto de la secularización en el neopentecostalismo chileno”. En Revista Polis Nº 19 de la Universidad Bolivariana. En http://www.revistapolis.cl/polis%20final/19/indice.htm

Maduro, Otto. (1979). Religión y Lucha de clases. Editorial Ateneo. Caracas.

Martín Barbero, Jesús. (1995) Secularización, desencanto y reencantamiento massmediático en Diálogos. Lima: FELAFACS. 41(1995), pp 71-81.

Míguez, Daniel (2001). Pentecostalism and Modernization in a Latin American Key: Rethinking the Cultural Effects of Structural Change in Argentina. Jornadas de la Latinamerican Studies Asossiation. Washington.

Obiols, Guillermo y Di Segni, Silvia.(1993). Adolescencia, postmodernidad y escuela secundaria. Editorial Kapelusz. Buenos Aires.

Orellana, Luis (2006). El Fuego y la Nieve. Historia del Movimiento Pentecostal en Chile 1909-1932. Ceep Ediciones. Concepción.

Ossa, Manuel (1996). “La identidad pentecostal”. En Revista Persona y Sociedad. Volumen X. N°1. Santiago de Chile.

Pollak- Eles, Angelina. (1998). “Las iglesias neopentecostales brasileras en Venezuela y su trasfondo católico popular y afroamericano”. Trabajo presentado en mesa redonda MR02 "Transnacionalização de religiosidades brasileiras". VIII Jornadas sobre Alternativas Religiosas na América Latina. São Paulo, 22 a 25 de setembro de 1998

Regazzoni, Quinto. (2000) "El desafío de la Cibercultura", en Revista Umbrales, Núm. 112. Revisado el 20 de diciembre del 2007 en http://www.chasque.net/umbrales/rev112/parte1c.html

Revista Fuego de Pentecostés N° 598, Julio de 1979

Revista Fuego de Pentecostés, N° 653, Enero de 1984.

Rodríguez, Julio. (2008). “La música en al adoración neotestamentaria”. En http://www.porlaverdad.net/Music.htm.

Picciuolo, José. (1998). “Dentro y fuera de la pantalla apuntes para una etnografía del ciberespacio”. 1998 Revisado el 15 de diciembre del 2007. En http://www.naya.org.ar/articulos/cibercultura.htm

Sarmiento, Julio. (1998). "Aproximaciones a la reestructuración del Estado y a los debates contemporáneos sobre la política social, superación de la pobreza y lucha contra la exclusión". En Revista Ultima Década Nº 9. Año 6. Editorial Cidpa. Valparaíso.

Schirová, Klára. (2002). "Sobre las causas de la proliferación protestante en Latinoamérica en las últimas dos décadas del siglo XX", en Demetrio Estébanez Calderón, Eduardo Fernández Couceiro y Félix Córdoba Rodríguez, eds., El hispanismo en la República Checa IV. Praga: Univerzita Karlova.

Silveira, Leonildo. (2000). Teatro, Templo y Mercado. Comunicación y marketing de los nuevos petecostales en América Latina. Ediciones Abya- Yala. Quito.

Smith, Dennis. (2006). “Los teleapóstoles guatemaltecos y los medios electrónicos: Apuntes históricos y propuestas para la investigación”. En Aler – Congresso Latino Americano sobre Religião e Etnicidade. Sau Paulo.

Villaman, Marcos. (2002). “La vuelta de lo sagrado: religión y dinámica social”. En Ciencia y Salud. Vol. XXVII, N°4, Octubre- Diciembre. Santo Domingo. República Dominicana. Pp 499- 548.

Warren, Rick. (20039. Una Vida con Propósito. ¿Para qué estoy en la tierra?. Editorial Vida.

Weber, Max. (1998). La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo. Ediciones Istmo. Madrid.

Willaime, Jean- Paul. (1996). “Dinámica religiosa y modernidad”. En identidades religiosas y sociales en México. Unam. México.

Wynarczyk, Hilario (1995). “La guerra espiritual en el campo evangélico”. En Revista Sociedad y Religión. N° 13. Buenos Aires.

Wynarczyk, Hilario (2003). “Entre el legado y los desafíos: Las Iglesias Evangélicas en la Argentina. Dinámica Histórica. Función del Pentecostalismo. Ley de Culto”. En Voces del Pentecostalismo Latinoamericano. Identidad, Teología e Historia. Daniel Chiquete y Luis Orellana, Editores. RELEP- CETELA- ASETT. Talcahuano.

 

last modified 2009-06-03 23:11